A la hora de decidir si automatizamos o no un proceso industrial, o si esta automatización será parcial o total, debemos tener en cuenta diferentes factores. Esto es especialmente crítico cuando no se trata de una empresa de gran tamaño, ya que el impacto de las decisiones se hace notar más.

Aunque cada empresa es diferente y tiene sus particularidades, los procesos industriales se pueden adaptar a cada una para cumplir con el mínimo detalle las especificaciones técnicas.

¿Cuáles son las principales ventajas de la automatización industrial?

Repetición permanente

En los procesos ya depurados, este se repite continuamente sin alteraciones ni fallos, lo que permite producir de forma ininterrumpida con una disponibilidad 24 h. Esta ventaja es especialmente interesante en empresas con una marcada estacionalidad en la producción, que presenta incrementos muy marcados.

Niveles de calidad óptimos

La automatización permite ejecutar los procesos con un nivel de precisión mucho más elevado que en un proceso manual. Las medidas, pesos o mezclas se calculan con la mínima unidad. Además, no se producen tiempos muertos ni interrupciones por errores o cambios en el proceso.

Ahorro de costes

Una vez automatizado un proceso, se necesita menos personal de base en la cadena de producción. Por otra parte, la automatización aumenta la eficiencia energética y de uso de materias primas. Así, se reducen los costes asociados a suministros y stock.

Tiempo de producción

Dada la eficiencia y precisión del proceso automatizado, se reduce significativamente el tiempo de producción.

Seguridad del personal

Se incrementa la seguridad del personal, especialmente en procesos que incluyen grandes pesos, temperaturas elevadas o entornos peligrosos (con productos químicos nocivos, radioactivos…).

Producción más flexible

La automatización permite adaptar el producto a las características y requerimientos específicos de cada empresa. Además, permite realizar tareas imposibles de llevar a cabo de forma manual.

Mejora del flujo de datos

Se produce una mejor integración en las redes de comunicación de datos, lo que permite reducir el tiempo de reacción ante cambios o alteraciones en la producción, así como tomar decisiones más precisas.

Ventaja competitiva

Todo lo expuesto aumenta la competitividad en el mercado, ya que se puede dar una mejor respuesta a las necesidades de este, ofrecer productos de mejor calidad en menor tiempo, reaccionar de forma más rápida y flexible a los cambios.

¿Y las principales desventajas?

Personal especializado

El personal necesario para gestionar procesos automatizados es más especializado, por lo que puede ser más difícil de encontrar y más caro de contratar.

Coste de la inversión

Para algunas empresas, el coste inicial de la inversión puede percibirse como elevado, si no tienen en cuenta el ROI.

Dependencia tecnológica

En función del proveedor escogido, y dada la elevada especialización de alguna maquinaria, la empresa puede verse ligada por contratos de mantenimiento o necesidades de desarrollo específicas.

Obsolescencia tecnológica

En cualquier tipo de industria existe el riesgo de obsolescencia, por lo que el proyecto inicial debe tener en cuenta la amortización de la inversión y el ROI, entre otros factores.

Elementos clave a la hora de definir un proyecto de automatización industrial

Tanto las ventajas como las desventajas son siempre relativas. Lo esencial es definir con detalle el proyecto inicial, teniendo en cuenta todas las variables que afectan a cada empresa en particular.

¿Qué factores debemos valorar a la hora de decidir si implementamos o no?

  • Seguridad de los trabajadores.
  • Costes y beneficios. ROI.
  • Volúmenes de producción y estacionalidades.
  • Vida útil del producto.
  • Complejidad de la implementación.

En cualquier caso, es muy importante que en la fase de definición del proyecto contemos con especialistas que nos asesoren, para evitar desviaciones posteriores.

Si necesitas información o asesoramiento no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

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