La visión artificial está cada vez más presente en los proyectos que implementamos en diferentes empresas y sectores, pero este “cada vez más presente” no es todavía un porcentaje significativo.
El desconocimiento o las percepciones erróneas en la aplicación de la visión artificial a sus procesos de producción y control de calidad frenan todavía a muchas empresas.
Algunas de las barreras con las que nos encontramos son una percepción de que la visión artificial encarecerá el proyecto, o que la rentabilidad posterior no justifica la inversión, o creer que el plazo de implementación será mucho mayor al ser un proyecto más complejo.
También se percibe —erróneamente— que los costes de mantenimiento serán mucho más elevados, o que el personal no estará ni podrá estar en un tiempo razonable suficientemente preparado para operar con visión artificial. O simplemente que este tipo de proyectos son única y exclusivamente para grandes empresas o multinacionales.
Nada más lejos de la realidad. Os ponemos un ejemplo de un proyecto implementado este año en el sector de la automoción.
El proyecto
Una empresa del Vallès, de aproximadamente 200 trabajadores, del sector de la automoción. Esta empresa fabrica tubos de cobertura del cableado para los automóviles, y quería mejorar el funcionamiento de las máquinas de corte.
Su objetivo era ajustar mejor la producción, para conseguir una mayor precisión en el resultado final y, en consecuencia, dar un mejor servicio a sus clientes reduciendo a la vez los costes.
La solución
El principal reto era ajustar al máximo la medida de los tubos. El margen de corte era de 5 mm, y el control de calidad para ajustar las tolerancias se realizaba hasta el momento de forma manual.
La solución fue implementar un sistema de control de calidad con visión artificial, con lo que se ajustó al milímetro la medida de corte de los tubos.
¿Qué conseguimos con ello?
- Producción más rápida y eficiente: por ejemplo, se reducen las paradas en la producción.
- Control de calidad más automatizado: ya no se realiza de forma manual.
- Resultado final más preciso y fiable, lo que reduce las quejas y devoluciones por parte del cliente.
Todo el proceso, desde el estudio del caso, hasta el diseño del proyecto y su implementación se llevó a cabo en menos de cuatro meses.
La visión artificial es, a día de hoy, una pieza clave en los procesos de producción industrial, especialmente si hablamos de procesos automatizados. Y sí, se pueden aplicar a cualquier industria, sector y tamaño de empresa.