¿Qué es la industria 4.0?
La industria 4.0 se caracteriza por aplicar las TIC a los procesos de producción industrial. Esto se ha traducido en una mayor digitalización y coordinación de las unidades productivas. La fusión entre el mundo físico y el virtual permite compartir información en tiempo real entre todas las unidades implicadas en un proceso, con lo que se aumenta la eficiencia y la flexibilidad.
Las tres claves de la industria 4.0
- Fabricación informatizada: las nuevas fábricas son inteligentes, tienen mayor capacidad de adaptación a los cambios del mercado, mayor eficiencia productiva y en la asignación de recursos.
- Digitalización de las plantas productivas: el primer paso para el IoT, los datos están disponibles en tiempo real y para todas las unidades y sistemas productivos.
- Sistemas ciberfísicos (IoT): sistemas conectados y con capacidad de cómputo que les permite tomar decisiones desasistidas sobre la producción.
¿Cómo ha evolucionado la industria?
1ª revolución industrial. En 1784 se crea el primer sistema mecanizado, aplicado a la máquina de hilar y de tejer hidráulica, lo que da paso a la mecanización del trabajo manual. En 1782 Watt había inventado la máquina de vapor, lo que permitió aumentar la producción.
2ª revolución industrial. Hacia 1870 las innovaciones técnicas y las nuevas fuentes de energía —gas, petróleo y electricidad— favorecieron la aparición de la producción en cadena.
3ª revolución industrial. En 1969 se crea el primer controlador eléctrico programable (PLC). Los sistemas eléctricos dan lugar a la automatización de los procesos.
4ª revolución industrial. En plena era de las Tecnologías de la Información y la Comunicación, estamos todavía sentando las bases de la nueva industria, marcada por la digitalización, la simulación productiva y la personalización de la producción en masa.
Las ventajas de la industria 4.0
- Eficiencia productiva: al tener mejor información sobre los procesos y obtener datos mucho más precisos.
- Control calidad: la producción en masa es más flexible, se pueden realizar cambios para adaptarse al mercado que no afectan a la calidad. También hay una mejor capacidad de detección y reacción ante un problema.
- Sostenibilidad: mayor eficiencia energética, procesos con una asignación de recursos más eficiente.
- Rapidez de respuesta al mercado: dada la mayor flexibilidad de la producción.
- Información en tiempo real: que permite una mejor coordinación entre las unidades productivas.